En la realización de esta primera práctica de la asignatura, hemos comentado en clase una pregunta general, con el objetivo que reflexionemos sobre la escuela y cómo se puede contribuir al desarrollo integral del alumnado.
La cuestión que nos han planteado y de la que debemos reflexionar es: ¿Crees que la escuela puede realmente contribuir al desarrollo de la salud, al consumo responsable de su alumnado y a la protección del medio ambiente, teniendo en cuenta que hay familias de todo tipo en ella?
En mi opinión pienso que sí, porque a través de una escuela saludable se fusionan los esfuerzos y recursos de diferentes sectores, especialmente en la salud y educación, para trabajar de manera conjunta en la mejora de la salud del alumnado, así como en el desarrollo de habilidades y potenciando una mejora de la calidad de vida. Además, la escuela es el escenario idóneo para llevar a cabo una educación del desarrollo de la salud porque las personas que pasan por ella independientemente del tipo de familia que sea, el alumnado tiene una edad adecuada para adoptar nuevos modelos de vida saludables, con la posibilidad de crear ambientes favorables para generar actitudes positivas hacia el cuidado personal y de los demás, desarrollar conductas responsables de uno mismo y con su entorno, promover la salud y un ambiente sano donde se aprenda de manera saludable con el entorno.
La escuela, juega un papel muy importante como promotora de salud, entendiendo esta promoción como un conjunto de experiencias que se les ofrece a los/as alumnos/as para que desarrollen hábitos sanos que les ayuden a alcanzar un estilo de vida saludable. Para ello, la Educación para la Salud, debe formar parte del curriculum y debe ser una actividad programada e integrada en el Plan Educativo del Centro. Cada etapa y ciclo, adaptará ese plan a las características y necesidades de los/as alumnos/as, y a su vez, cada docente, hará una concreción para los/as niños/as que forman parte de su aula. De esta manera, resultará un proyecto de trabajo, que se abordará durante todo el año, en el que se planificarán objetivos, contenidos, metodología, actividades y evaluación. Todos estos elementos curriculares, quedan reflejados a continuación en el Proyecto de Educación para la Salud, que se ha planificado para los/as alumnos/as de Educación Infantil.
Por lo tanto, la escuela contribuye al desarrollo de la salud y el consumo responsable de su alumnado, así como en la protección del medio ambiente, promoviendo actitudes y conductas que lo posibiliten. Además, se promocionan hábitos de vida saludables y responsables con el consumo y el medio ambiente, como por ejemplo llevar una alimentación saludable en el comedor escolar, una buena higiene bucodental después de las comidas, aseo personal, utilización concienciada del agua y energía, reciclaje. Además, nosotros como docentes somos los
responsables de trabajar con los niños la educación para la salud desde un
punto de vista multidisciplinar. Además, debemos de acompañarles en su proceso
educativo siendo sus guías fomentando su autonomía personal y grupal. Siendo
innovadores a la hora de fomentar, trabajar y crear en los más pequeños unos
buenos hábitos saludables.
Para ampliar información acerca de este tema, he encontrado una guía de escuelas saludables que me parece muy interesante, y pienso que como docentes deberíamos de tomar ejemplo en muchos aspectos que vienen definidos ahí. También, me ha parecido importante conocer una serie de actividades para fomentar la educación para la salud en Educación Infantil.
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